Enlaces citados en la revista (Suma 94)

En choro de agua agitas una pequeña noria de ocho radios. En su eje hay enganchados tres engranajes , cada uno de ellos, con una pieza de madera colgante que golpea cíclicamente, vuelta tras vuelta sendas barras metálicas. Al extremo el movimiento circular se transfiere en uno rectilíneo de sube y bajas al brazo de una marioneta que lucha por hacerse con el pez que acaba de capturar. El ingenio mecánico ofrece un cómic y una historieta interpretable de múltiples formas. 

Los diferentes ángulos de los tres engranajes provocan diferentes intervalos sonoros en los golpeos que se traducen en un ritmo cíclico generado por la noria. Un ritmo que puede traducirse en una imagen visual: 

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También, además de visual, en una imagen interpretable sonoramente: 

E incluso con simples números: 

116+116+116+116+116+116+18=416+416=14+14=24 

El sonido, a través de múltiplos y divisores, da cuerpo a los números permitiéndoles alcanzar más altos grados de existencia y realidad que los propios de sus cantidades. Con el sonido los números… ¡viven! 

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