André Weil. Años de aprendizaje, años viajeros

Estaba en una sala de espera de la estación de tren.
No había nadie más en la sala excepto un padre
con su hijo sentados al otro lado de la misma. El
padre le hablaba pausadamente a su hijo y, de vez
en cuando, éste este me miraba, aunque seguía escuchando
a su padre.