Editorial Formación del profesorado, ¿entre planos paralelos?
La formación del profesorado es el tema fundamental del ámbito
educativo. Ser educador no es un arte como se pensaba antes. Tampoco
es verdad que quién más sabe sea mejor profesor. Ser profesor
implica mucho más que tener los conocimientos de una materia. Entre
otras cosas, ser profesor significa conocer dónde están las dificultades del
aprendizaje y tener la capacidad de desarrollar estrategias para que otras
personas puedan salvarlas. Sin embargo, no era así hace algunas décadas,
pues el paradigma del profesor respondía al de una persona que entraba
en un aula, pedía silencio y explicaba la lección a los alumnos presentes.
Por entonces, los buenos profesores eran los que explicaban muy bien y
para llegar a explicar bien se disponía de cinco recursos: una licenciatura,
un curso de adaptación pedagógica (CAP), los colegas de profesión,
algunos libros de texto y eso que se llamaba «arte», ese don que muy
pocos poseían. Hoy en día con eso no basta. Hoy en día, el objetivo de la
formación del profesorado es ayudar a los futuros educadores a adquirir
las competencias profesionales del docente, lo que presupone que al
menos parte de dichas competencias pueden aprenderse.